Después de un larga mañana nada como llegar a un restaurante y dejar que te sorprendan. Esto es lo que nos sucedió con la Pícara Gastroteca. En pleno centro de Aranda de Duero, el pueblo del gran Sonorama. Reservamos mesa para comer en este restaurante (se recomienda reservar antes), en el que cada plato aunque cuidado en presentación tiene un toque de mimo casero. Ni una pega a los sabores de ninguno de las opciones que probamos:
- Hummus con sésamo tostado, pan de pita y pan de semillas.
- Ensalada de canónigos con bonito del norte, pimientos del piquillo de La Rioja.
- Umami: Raviolis crujientes rellenos de verduritas y langostino tigre.
- Pulpo a la brasa con patata azul y aceite de Pimentón de La Vera.
- Tataki de atún rojo con caramelo de soja y wakame con Sésamo.
- Medallones de solomillo ibérico con la Clásica Strogonoff.
Dirección: Plaza Santa María 2, 09400 Aranda de Duero (Burgos)
Precio medio: 20€/persona aprox.
Un lugar para repetir. Buen servicio y comida hecha con cariño